No puedes avanzar si no sueltas todo lo que te detiene

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Reflexión de mi antiguo blog Confía En Cristo

Es agradable ver que los sueños se hacen realidad,

pero los necios se niegan a abandonar el mal para alcanzarlos.

Proverbios 13:19 NTV

Si sueñas con avanzar y no estas haciendo nada para lograrlo, lamento decirte que seguirás en el mismo lugar por mucho tiempo más, pues no puedes esperar resultados distintos haciendo lo mismo. Solo un necio puede pretender tal falacia imaginaria, pero esa necedad en algun momento le sera como un espejo que refleja su cruel realidad.

Cuando quieres avanzar y no quieres soltar simplemente es algo irracional. Porque cuando te niegas a abandonar todo lo malo que te retrasa entonces simplemente te estancarás, pues no puede pretender avanzar quien no suelta todo aquello que sabe que es un impedimento para seguir adelante con su propósito y llamado divino.

Sin madurez no hay crecimiento, y sin crecimiento no hay avance. Por tanto, es tiempo de reflexionar y autoevaluarse, para entonces comenzar sacar fuera de nuestras vidas todo aquello que nos lleva al retroceso. No fuimos creados para retroceder, sino para avanzar con Dios y para Dios, dando buenos frutos.

Es necesariamente urgente que te unas y sigas al plan de Dios para que todo pueda salir como Él lo planeó para ti. Por eso, en esta hora hora, te invito a detectar cuáles son esos obstáculos que te detienen y te mantienen estancados sin frutos progresivos. Toma lápiz y papel e identifícalos y escríbelos, porque es tiempo de soltar para poder avanzar. Vamos escribe todo lo que te está deteniendo:

• Desánimo
• Pereza 
• Indecisión 
• Depresión 
• Tristeza, etc... 

Ahora toma la decisión de soltar todo eso a los pies de Cristo, libérate a través de esta oración mientras rompes en pedazos ese papel:

Señor, te pido perdón por vivir con tanto... (nombra cada una de las cosas que enlistaste). Te entrego todo esto que en nada me ayuda y solo me detiene de hacer tu voluntad. Me arrepiento por vivir tanto tiempo de esta manera y por mi falta de voluntad para abandonar este mal que me lleva a fallarte. Yo quiero ser obediente a tu palabra por eso hoy Señor, decido renunciar a mi plan para unirme al que Tu diseñaste para mi. Padre en el Nombre de Jesús, ata, reprende, y echa fuera todo espíritu inmundo que perturba y zarandea mi vida, envialos atados al fondo de la mar sin derecho a retornar. En el nombre de Jesús, nombre que es sobre todo nombre es... Me declaro libre por el poder de su Sangre, la Sangre de Cristo que desde hoy cubra mi vida. Porque desde hoy Señor, solo quiero hacer tu voluntad y no la mía. Fortaléceme lograrlo y para vencer todo obstáculo, ayúdame Padre amado con el poder de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, Amén!

Si has hecho esta oración, entonces prepárate, porque una vez predisponen tu corazón en obediencia a Dios, Jesús se encargará del resto.. y entonces es cuando avanzaras al cumplimiento. Solo no olvides que: No puedes avanzar si no sueltas todo lo que te detiene!!