Cuando el alma se siente sola

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CUANDO MI CORAZÓN DESFALLECÍA,

TÚ CONOCÍAS MI SENDA. — SALMOS 142:3A

MENSAJE REFLEXIVO

Hay días en los que una mujer puede sentirse completamente sola, aunque esté rodeada de personas. Es una soledad profunda, que no se llena con compañía física, sino con conexión verdadera. Tal vez estás pasando por uno de esos días, y has pensado que nadie entiende lo que llevas dentro. Pero hay alguien que sí lo entiende: DIOS.

Él conoce cada rincón de tu alma, Él ve esas lágrimas que escondes, esas dudas que no te atreves a decir en voz alta, esas oraciones que comienzas y no terminas. Y lo más hermoso es que Él no te juzga por sentirte así. Al contrario, El procura acercarse más, pero sin darnos cuenta, muchas veces nos mantenemos lejos.

La insistencia de Dios querer mantenerse cerca, es porque solo así, no nos sentiremos solas. Por eso hoy Dios quiere que entiendas, que tu no estás sola, aunque así lo sientas. Que tu no estás olvidada, aunque el silencio duela. Y es que a veces Dios guarda silencio no porque no te escuche, sino porque está trabajando más de lo que imaginas en ti y tu necesidad. Dios está formando algo hermoso y maravilloso en ti, aún cuando tú no lo puedes ver. Recuerda que es cuestión de fe, de creer que así es y caminar en esa verdad.

Este tiempo de soledad puede ser también un tiempo de revelación, para descubrir cuánto te ama Dios, no por lo que haces, sino por lo que eres.

Es en tus a solas, que aprendes a escucharlo en el susurro, que aprendes fortalecer tu identidad en Él, para que no dependas de la compañía de otros para sentirte segura. Debes entender que tu no necesitas correr detrás de nadie para sentirte acompañada, segura o aprobada. Tu tienes al Dios del universo contigo, y Él es más que suficiente para llenar cada espacio vacío de tu vida y hacerlo florecer como solo Dios sabe hacer y como solo tu necesitas. El siempre será tu mejor compañía.

ORACIÓN

Padre amado, hay momentos en los que me siento sola, confundida, invisible. Pero hoy me aferro a la verdad de que Tú estás conmigo. Aunque no te vea, sé que estás aquí conmigo; aunque no escuche, sé que me hablas. Lléname con tu presencia, con tu amor y con tu paz. Llévate toda duda e inseguridad, quita de mi todo miedo y dependencia de otros. Ayúdame a confiar en que Tú nunca te apartas de mí, ni siquiera cuando yo me siento lejos. Gracias por ser el Dios que me ve y cuida de mi. En el nombre de Jesus, amén.

PENSAMIENTO PARA MEDITAR

Dios no necesita multitudes para acompañarte, Él solo necesita un corazón dispuesto a sentir Su presencia. Aun en tu soledad, Él está cerca. Y si Él está, entonces nunca estás sola.

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