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| Ilustración por ARTIZ✦VANOVA para este Blog Mujer Escogida |
EL AGRADECIMIENTO ES LA VOLUNTAD DE DIOS
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:18
Si tan solo nos detuviéramos a meditar en las tantas cosas por las que debemos sentirnos agradecidos en la vida, aprenderiamos a vivir con satisfacción y gratitud diariamente. La gratitud es un estilo de vida, no es algo que surge según los tiempos o circunstancias que atravesemos. Al contrario, la gratitud es el sello que identifica la genuinidad de todo corazón que sabe «ser agradecido, en todo tiempo».
La gratitud no se mide por como te sientas hoy, o por como hayan amanecido las cosas en tu vida. La gratitud no es algo que debas manifestar solo en los momentos buenos; porque es una virtud que no se rige a los tiempos o circunstancias. La verdadera y genuina gratitud, sabe manifestarse en todo tiempo; en tiempos bueno y malos. Es algo que surge por si solo, es una actitud que como la luz no se puede ocultar.
La gratitud es una virtud que todos podemos desarrollar con la practica cotidiana, diariamente. Créeme que la satisfacción que esta nos brinda, es mucho mayor que cualquier situación. Definitivamente, cuando accionamos en gratitud sin importar que, se crea en nosotros, tanto de forma interna como externa, y a nuestro alrededor; un ambiente tan armonioso, que no querrás dejar de experimentar ese sentimiento y sensación de equilibrio y paz.
Sin embargo, la gratitud solo se logra desarrollar plena y genuinamente en un corazón de fe, en un corazón que sabe confiar y depender de Dios, que sabe esperar en Dios y descansar con paciencia en el Señor. Se desarrolla en aquellos que aprenden andar en el Espíritu sin satisfacer los deseos de la carne; porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y estos se oponen entre si. (Galatas 5:16-17)
La gratitud es el resultado de la magnificencia de Dios en nosotros, la cual a través de los frutos del Espíritu aprendemos a desarrollarla genuinamente.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (Galatas 5:22-23)
Empieza a cultivar la gratitud en tu corazón con amor, con gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; en todo tiempo y ante cualquier circunstancia. Se trata de ser agradecidos a través de los frutos del Espíritu. Debemos ser agradecidos con Dios y todo lo que nos rodea. Por más pequeño que sea o parezca la situación o acción, no debemos dejar de agradecer. Más bien, procuremos mantener ese momento de gratitud por unos 15, 20 o 30 segundos. Tan solo, cierra tus ojos, respira profundo mientras meditas por esos segundos, en ese maravilloso sentimiento de gratitud, de gratitud a Dios.
Los no cristianos, en su ignorancia, suelen agradecer al universo. Más nosotros agradecemos a Dios siempre, porque todo es gracias a Él, a Jesus. Aún cuando agradecemos por algo o a alguien, esa gratitud debe pasar primero por Dios, creador de todas las cosas a nuestro favor. Y lo que no, es consecuencia de nuestras decisiones y acciones tomadas fuera de la voluntad y dirección de ÉL para con nosotros.
Si has entendido sin haber perdido el hilo de todo lo antes dicho, entonces ahora tienes la capacidad de comprender los beneficiosos resultados que una vida de fe y gratitud nos ofrece. Y es que cuando desarrollamos la gratitud en nuestro diario vivir como un estilo de vida, veremos como nuestro cuerpo comienza a experimentar maravillosos cambios, beneficiosos para nuestra salud física, mental y espiritual.
Por ejemplo:
- Veremos una disminución de los niveles de estrés
- Veremos como nuestro sistema inmunológico se fortalece
- También como si fuera poco, veremos un mejor flujo sanguíneo
- Nuestro ritmo cardíaco se armoniza y la respiración se vuelve más relajada y profunda
- Por lo que se “aumenta” la cantidad de oxígeno en los tejidos. Es decir, el oxigeno adicional se empieza a mover a través de su sangre hacia sus órganos y tejidos corporales.
En su amor, Jesús nos infunde nuevas fuerzas para que podamos seguir avanzando de su mano, con gratitud ante tanta benevolencia de Él hacia nosotros.
Diversos estudios indican que las personas agradecidas son más propensas a tener niveles más altos de felicidad y bienestar; y menos niveles de estrés y depresión. Por lo que en este sentido, es una habilidad primordial que todos debemos esforzarnos en desarrollar para mantener niveles adecuados de bienestar emocional, satisfacción y calidad de vida en Dios.
Definitivamente, ES UN RETO que todos tenemos, lograr alcanzar la “virtud” de la “gratitud”. Que no es más que la trascendencia de esta en nosotros. Es decir, la gratitud debe estar tan impregnada a nosotros como si fuera parte de nuestro ADN, para que entones fluya de nosotros de manera natural ante cualquier situación. Cuando la gratitud alcance esos niveles en nuestro ser interior, será, por que ya se ha convertido en parte de nuestra «fortaleza» en Dios.
Definitivamente, ES UN RETO que todos tenemos, lograr alcanzar la “virtud” de la “gratitud”. Que no es más que la trascendencia de esta en nosotros. Es decir, la gratitud debe estar tan impregnada a nosotros como si fuera parte de nuestro ADN, para que entones fluya de nosotros de manera natural ante cualquier situación. Cuando la gratitud alcance esos niveles en nuestro ser interior, será, por que ya se ha convertido en parte de nuestra «fortaleza» en Dios.
La gratitud nos conecta con Dios y le da significado a nuestra vida, también nos define como persona; pues es capaz de engalanar nuestro testimonio ante los demás. La gratitud se convierte en una de las caracteristicas que forman a bien nuestro carácter; y sobre todo, es capaz de satisfacer los corazones de otros.
La gratitud es esencial para nuestro bienestar, por tanto, ponerla en práctica todos los días es la clave para alcanzar conexión con el agradecimiento. Que no es más que la acción o efecto de agradecer al reconocer las cosas, sin importar si estas son buenas o malas, porque aun lo malo es capaz de dejarnos siempre algo positivo que aprender. Todo depende de la óptica que lo mires. Si lo miras desde la fe y la gratitud ante todo, entonces veras como de esas cosas malas podemos ser enriquecidos con conocimiento y experiencia de vida, ante dichas circunstancias.
La gratitud
es una expresión de
conoscencia y bondad
que gratifica el espíritu.
— Vanessa Grace SevD’nez —
A través de esta lectura te quiero invitar a adoptar una posición activa de gratitud, en medio de tu desarrollo espiritual como forma de crecimiento. Optar por una posición activa de gratitud es la capacidad de saber escoger la plenitud que solo el bienestar en Dios nos ofrece través de la fe y los frutos del Espíritu. Así que opta y adopta, porque esto en conjunto harán promover tus fortalezas.
En síntesis, agradecer implica reconocer. Así que atrévete a optar y adoptar como estilo de vida el consejo de hoy, de cultivar la gratitud en tu corazón. Y verás como la luz de Cristo penetra por la ventana de tu interior para irradiar con esplendor todo tu ser.
Un solo acto de reconocer en gratitud podrá cambiar por completo nuestra perspectiva ante las cosas, los demás y nosotros mismos. La gratitud activa de continuo, hace que mantengamos viva la conciencia de los regalos que de Dios recibimos a cada momento; permitiéndonos así, aportar valor a los actos cotidianos.
Cuando aprendemos a ser agradecidos en todo tiempo, denotamos confianza en la sabiduría de Dios; la cual hará que sin importar cual sea la situación, nuestro corazón sea capaz de seguir palpitanto con paz y que nuestros pulmones pueda seguir respirando a plenitud, de Su Aliento de Vida.
El poder de la gratitud es un regalo que ADONAI (MI SEÑOR) nos otorga… Tan solo basta con que abramos nuestro corazón para recibirlo y ponerlo por manifiesto con Su ayuda. Amén, Aleluya.
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